Meditaciones

Tormenta como la que pasó Noé, nunca ha habido otra. "Fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas, y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches."

Dios preparó a Noé para la tormenta que se avecinaba. Nos preparará a nosotros también. Si seguimos caminando con El estaremos preparados espiritualmente para todas las cosas terribles que nos puedan pasar.

Dios dió instrucciones a Noé para la salvación de su familia y nos las dará también a nosotros.

Dios preparó un lugar seguro para Noé y hará lo mismo para nosotros. Allí nos guardará, aunque el resto del mundo se inunde.

Dios caminó con Noé antes de la tormenta, lo guardó durante la tormenta y se encontró con él después. Hará lo mismo con nosotros.

¿Cuándo terminó la tormenta?

La tormenta terminó cuando Dios hubo cumplido su propósito a través de ella. Dios no la paró por causa de Noé. Noé tuvo que pasarla. Noé estaba allí en medio y tuvo que esperar con fe hasta que se acabase. ¡Dios no le libró; lo mantuvo a flote! Las tempestades que vienen por la voluntad de Dios como ésta, paran cuando han llevado a cabo el propósito de Dios, no antes.
Hay tempestades que Dios no para. Las hemos de vivir con toda su furia, pero El nos guardará en su lugar seguro. Después le adoraremos al ver cómo nos ha preservado y cómo ha conservado nuestra fe a pesar de las circunstancias titánicas.En medio de la maldad, Dios caminará con nosotros. En la tempestad El preparará para nosotros un refugio. Después de la tempestad Dios nos bendecirá a nosotros y a los nuestros y seremos una bendición para muchos. Siempre que la tormenta ruge estamos seguros escondidos en Cristo.