-¿Cuantas piedras piensan que caben en el frasco?.
Después de que los asistentes hicieran sus conjeturas, empezó a meter piedras hasta que llenó el frasco. Luego pregunto:
-¿Está lleno?. Todo el mundo lo miró y asintió.
Entonces saco de debajo de la mesa un cubo con gravilla. Metió parte de la gravilla en el frasco y lo agitó. Las piedrecillas penetraron por los espacios que dejaban las piedras grandes. El experto sonrió con ironía y repitió:
-¿Está lleno?. Esta vez los oyentes dudaron:
-Tal vez no.
-¡Bien!.
Y puso en la mesa un cubo con arena que comenzó a volcar en el frasco. La arena se filtraba en los pequeños recovecos que dejaban las piedras y la grava.
-¿Está lleno?, - preguntó de nuevo.
-¡No!, - exclamaron los asistentes.
-Bien, - dijo. Y tomó una jarra de agua de un litro que comenzó a verter en el frasco.
El frasco aun no rebosaba.
-Bueno, ¿qué hemos demostrado?, - preguntó.
Un alumno respondió: -Que no importa lo llena que esté tu agenda, si lo intentas, siempre puedes hacer que quepan mas cosas.
-¡No!, y concluyó el experto
-Lo que esta lección nos enseña, es que si no colocas las piedras grandes primero, nunca podrás colocarlas después.
¿Cuales son las grandes piedras en tu vida?. ¿Tus hijos, tus amigos, tus sueños, tu salud, la persona amada?. Recuerda, ponlas primero. El resto encontrará su lugar.
"Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa? Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida? ¿Y por qué se preocupan por la ropa? Observen cómo crecen los lirios del campo. No trabajan ni hilan; sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos. Si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¿no hará mucho más por ustedes, gente de poca fe? Así que no se preocupen diciendo: "¿Qué comeremos?" o "¿Qué beberemos?" o "¿Con qué nos vestiremos?" Porque los paganos andan tras todas estas cosas, y el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan. Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas." (Mateo 6:25-34)
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