Meditaciones

¡Que promesa poderosa! La leí y la escuché un montón de veces, posiblemente ustedes también, pero esta vez fue distinto, porque al instante trajo a mi memoria otro pasaje. El mismo está en los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas, y es el relato donde Jesús calma una tempestad. Para el que no lo conoce o no lo recuerda lo cito a continuación: "Aquel día, cuando llegó la noche, (Jesús) les dijo: Pasemos al otro lado. Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas. Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados?¿Cómo no tenéis fe? Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aún el viento y el mar le obedecen? (Marcos 4:35-41)

Este es un cuadro tragicómico. Traten de imaginárselo. Llega la noche, después de un largo día y Jesús les dice -muchachos, vamos a descansar- despide a la multitud. Algunos se vuelven a sus casas, otros posiblemente se queden a esperar para ser los primeros al día siguiente, otros se quedarán expectantes buscando una oportunidad. Por lo tanto la única manera de descansar era subir a una barca y alejarse de la orilla. Mientras los discípulos reman, Jesús se acomoda y se queda dormido. En eso se levanta una tormenta. Truenos, viento, lluvias, enormes olas (Mateo dice que las olas cubrían la barca). La barca se llena de agua, los discípulos que corren, se caen, gritan, tratan de sacar el agua...¡la situación es desesperante!...y Jesús...durmiendo como un angelito. ¿Alguien vió la película "la tormenta perfecta"? Me imagino que debe haber sido algo así, a diferencia que en el film había un barco más grande, con camarotes, salvavidas, etc., y que nadie dormía, es más, mi mamá después de verla no pegó un ojo en toda la noche. Volviendo al pasaje, el relato dice que lo tuvieron que despertar, ¡es buenísimo! A mí me parece que lo despertaron no para que los salve, sino para que se entere y los ayude a hacer algo, por ejemplo sacar agua. Entonces Jesús pone las cosas en su lugar: reprende a la tempestad y reprende a los discípulos. Cómo puede ser, les dice, dónde está su fe. Después de todo a ésta altura ya habían visto muchos milagros. Jesús había sanado enfermos, echó fuera demonios, sanó a un leproso, a un paralítico, resucitó al hijo de una viuda, hasta sanó una suegra (aquí se demuestra que no sabía lo que era tener una, para los que dicen que estaba casado con María Magdalena). Uno cuando lo lee piensa, pero, éstos discípulos eran tremendos, cómo puede ser. Algunos "supercristianos" hasta se enojan con ellos y se rasgan las vestiduras. Y yo me hago la pregunta: ¿Y por casa cómo andamos?. Otra que una tormenta, aparecen un par de nubes en el horizonte y ya nos escondemos abajo de la mesa. Lamentablemente es normal, pero la promesa del Salmo 46 está y hay que creerla. Pablo dice en la epístola a los Hebreos, que la Palabra de Dios es "viva" y "eficaz".

El relato dice que había otras barcas y no cuenta que pasó con ellas, pero yo no me arriegaría. Yo quiero estar en la misma barca que Jesús. Y vos...

Que Dios añada Su Bendición.

Fede.